Desde la más remota antigüedad, la luna ha sido un referente en numerosas culturas a la hora de establecer unas bases que aseguraran la eficiencia agrícola. En este artículo, vamos a ver por qué luna y agricultura deberían seguir yendo de la mano.
Las razones físicas principales de la relación intrínseca que los vegetales mantienen con la luna, radica en una proporcionalidad entre la cantidad o dirección de la luz solar que nuestro satélite refracta hacia la Tierra y la ubicación altitudinal de la savia vegetal, que es el líquido natural que nutre internamente las plantas. Seguramente, para los primeros agricultores el funcionamiento de la luna con respecto a los vegetales fue una conclusión sacada inductivamente (de lo general a lo particular) pero, sabido ya por nosotros el fenómeno y puestos a analizarlo y entenderlo, procede que invirtamos el proceso conclusivo y creemos algunas deducciones interpretativas a partir de la certeza sobre esta proporcionalidad que la luz solar refractada por la luna mantiene con la ubicación vertical de la savia:
- Luna Nueva – Luna Creciente:
En este cuarto, la altitud de la savia comienza a aumentar, llegando a la mitad de la planta y tendiendo ligeramente hacia la llamada parte aérea de ésta, así como el cuarto creciente se dirige a la completitud de la refracción solar de la luna.
Es un buen momento para comenzar a sembrar semillas de germinación rápida, así como a cosechar los vegetales con menor altitud de nacimiento, como puedan ser las cebollas o los ajos.
- Luna Creciente – Luna Llena:
En esta fase, las raíces estarán en menor contacto con la savia, situándose ésta en las zonas aéreas, por lo que es buen momento para centrarse en cosechar los frutos de los árboles.
- Luna Llena – Luna Menguante:
Aquí conviene dejar de dedicarse a los árboles frutales y comenzar a sembrar semillas de germinación lenta.
Es momento de retirar las hierbas malas o sobrantes, y prepararse para un nuevo ciclo.
- Luna Menguante – Luna Nueva:
Aquí converge el final y el inicio del ciclo agricolunar. Es el momento perfecto para preparar la tierra, así como para elaborar productos con la fruta recolectada durante la anterior fase, como puedan ser la mermelada, las conservas o el vinagre.
Redacción Campus Astrología